"Llegaba temprano, como
los dos días anteriores. Subía al escenario y se sentaba en el suelo,
observando la sala vacía y desordenada a causa de la noche anterior. Aproveché
ese momento para salir de mi escondite, desde donde podía observarle sin ser
observada. Nada más entrar en la sala, noté como me miraba y le saludé con una
simple sonrisa. Nunca había sido una chica de muchas palabras, con nadie.
A partir de ese momento,
empezaba mi rutina laboral: barrer y fregar el suelo, colocar las mesas y
asegurarme de que todo estaba bien colocado para la función de esa misma noche.
Mientras hacía mi trabajo, notaba como sus oscuros ojos se posaban en mí
intermitentemente. Era joven, alto, guapo e irresistible. Aún me preguntaba qué
le había traído a querer actuar en un pequeño local situado en un barrio
bastante problemático de Buenos Aires. Reprimí las ganas de mirarle y seguí a
lo mío, mientras el joven mago empezaba a practicar los trucos de esa noche.
Terminé mis tareas y,
desde detrás de la barra del bar, me dediqué a observarle. Era bueno. Muy
bueno. Todo lo que hacía parecía tan natural...
Terminó su ensayo y yo
tuve que buscar algo que hacer mientras mi compañera, María, no llegaba.
María siempre era la que
se quedaba hasta tarde y cerraba el local. Si no se acercaba Ricardo, el chico
que estaba colgado por ella, María siempre acababa quedándose con algún que
otro cliente atractivo que por mala suerte había terminado en aquel local y se
había encaprichado de ella, aunque normalmente los echaba a patadas cuando
estaban muy borrachos. Era preciosa, morena y esbelta. Podría tener a cualquier
chico, pero no, prefería 'vivir la vida e ir a ver mundo cuando pudiera', como
ella decía.
Mientras tanto, el joven
mago, de nombre Luca, y yo, seguíamos solos en el local. Vi como se acercaba a
la barra del bar, donde me encontraba en ese momento, y se sentaba en uno de
los taburetes.
- Carol, ¿te importaría
poner dos cervezas? - preguntó. - Para de trabajar un poco y siéntate un rato
conmigo, vamos. Vas a acabar agotada. - me guiñó el ojo y asentí, sonriendo.
Vaya, eso no me lo
esperaba de él. Así que quería hablar... Pues bien, hablemos.
Le serví su cerveza y me
senté a su lado, dando un pequeño sorbo a la mía. La verdad, lo necesitaba.
Empezó a preguntar sobre mí y yo sobre él, y sin darnos cuenta terminamos
hablando de cualquier cosa sin sentido. Lo pasé bien, parecía un buen chico.
- Eres preciosa. No sé qué
estás haciendo aquí. No es un lugar para chicas como tú. - soltó, casi en un
susurro y mirándome fijamente a los ojos.
- Es mi trabajo. No había
nada mejor para alguien como yo. - contesté, un poco halagada por el cumplido
anterior.
- Sí, sí había algo
mejor. No buscaste lo suficiente. - se detuvo para coger aire. - No sé como
aguantas a esa panda de borrachos todas las noches. No sé cómo puedes seguir
aquí después de cómo te tratan.
- Yo... Llevo mucho
tiempo aquí...
Me detuvo en medio de la
frase. Puso un dedo delante de mis labios, indicando que me callara, para
después acariciar mis mejillas con ambas manos y besarme. Noté la presión de
sus labios contra los míos, noté cada músculo de su cuerpo al estar pegado al
mío. Poco a poco, el ritmo de los besos fue subiendo, cada vez más apasionado,
mientras que sus manos bajaban hasta mi cadera y las mías se enredaban en su rizado
pelo. De repente, sacándonos de nuestro pequeño mundo, alguien llamó a la
puerta. Hice el gesto de ir a abrir, pero Luca me sujetó por las muñecas y me
obligó a mirarle a los ojos. En ellos podía ver preocupación, pero también tenían
un brillo especial, que indicaba valentía, coraje, ganas de libertad.
- Carol, espera. - dijo,
antes de dejarme ir. – Fuguémonos esta noche. Tú y yo. Juntos. No te mereces
esta vida. No te mereces estar rodeada de todo esto. Quizás no te pueda ofrecer
mucho, pero sí algo mejor. Me duele verte así todos los días. Ven conmigo.
Vayamos a descubrir el mundo que nos rodea. Salgamos de aquí. Los dos.
Me acerqué lentamente a
él, y le di un suave beso.
- Contigo iría hasta el
fin del mundo.
Antes de dejar la sala,
le observé una vez más: sonreía, igual que yo."
¡Hooooooooooooooooola!
Bueno, tengo que deciros que estoy ciertamente orgullosa de esta historia, se me ocurrió en un momento que estaba bastante corta de imaginación y aquí la tenéis, espero que os guste.
Tengo cositas preparadas para esta semana, a ver si puedo subirlas, me muero de ganas.
Y bueno, nada más que decir, espero que lo disfrutéis.
Ene.
no está nada mal!! me gusta lo que leo!!! besotes
ResponderEliminar¡muchas gracias!
Eliminar¡besos!
Hola! Me presento, soy Eli del blog allyouneedisstuff.blogspot.com y soy tu nueva familiar :)
ResponderEliminarEspero que nos llevemos muy bien, yo te iré visitando todas tus entradas. ¡Te sigo!
Un beso!
Hola!! Yo también soy familiar tuya, y ya te sigo. Este es mi blog: www.thisispau.blogspot.com Besosss!
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