"Hacía un buen rato que notaba como
si alguien me vigilara. Levanté la cabeza del libro en el que estaba sumergida y evidentemente,
me encontré con unos ojos azules intensos, observándome desde una de las mesas
más cercanas a la mía. El chico parecía sacado de una novela fantástica. Tenía el pelo negro, no muy corto, y vestía una camiseta blanca básica.
Me quedé unos segundos mirando fijamente a los ojos de
ese muchacho: eran increíblemente hermosos. Como todo él. Cuando me di cuenta, bajé
rápidamente la cabeza, avergonzada por haber mantenido durante demasiado tiempo
la mirada con un extraño y atractivo chico.
Intenté volver a centrarme en el libro, pero la imagen de sus ojos no quería desvanecerse de mi pensamiento. Decidí que sería mejor irme de allí, volver a casa e intentar olvidarle. Metí el libro y mi móvil en el bolso y salí tranquilamente a la calle. Estuve un buen rato intentando parar a un taxi, pero ninguno me prestaba atención. Entonces, oí unos pasos detrás de mí y una voz, suave pero grave a la vez, y me giré de golpe. Al verlo, mi interior se revolucionó: era el mismo chico de antes.
- Si quieres te puedo llevar yo. - me dijo.
- No, no hace falta... Cogeré un taxi... - pronuncié, medio tartamudeando. Provocaba un efecto en mí extraño, diferente.
- Con el caso que te hacen, no creo que tengas mucha suerte... Vamos, no me importa, de verdad. Además, no te voy a cobrar. - sonrió al pronunciar esta última frase.
- Bueno... Yo... - me sonrojé y me puse un mechón de pelo detrás de la oreja, nerviosamente. - Acepto. - dije mirando el suelo.
- Genial, vamos. Por cierto... Soy Alec, Alec Lightwood. - me tendió la mano.
- Clara Parker. - pronuncié, mientras le estrechaba la mano y me perdía en sus ojos.
Me preguntaba que escondería Alec detrás de esa mirada del color del mar. Era un chico misterioso, y estar a su lado daba la sensación de seguridad, de protección.
Mientras caminábamos hacia su coche, averigüé que solo tenía un año más que yo, aunque aparentara algunos más. Me preguntó sobre mí, hasta que llegamos a un Volkswagen blanco, y me indicó que ese era su coche. Me abrió la puerta del copiloto y entré.
Durante el viaje hacia mi casa, me dediqué a indicarle por donde tenía que ir para llegar a mi destino correctamente.
Intenté volver a centrarme en el libro, pero la imagen de sus ojos no quería desvanecerse de mi pensamiento. Decidí que sería mejor irme de allí, volver a casa e intentar olvidarle. Metí el libro y mi móvil en el bolso y salí tranquilamente a la calle. Estuve un buen rato intentando parar a un taxi, pero ninguno me prestaba atención. Entonces, oí unos pasos detrás de mí y una voz, suave pero grave a la vez, y me giré de golpe. Al verlo, mi interior se revolucionó: era el mismo chico de antes.
- Si quieres te puedo llevar yo. - me dijo.
- No, no hace falta... Cogeré un taxi... - pronuncié, medio tartamudeando. Provocaba un efecto en mí extraño, diferente.
- Con el caso que te hacen, no creo que tengas mucha suerte... Vamos, no me importa, de verdad. Además, no te voy a cobrar. - sonrió al pronunciar esta última frase.
- Bueno... Yo... - me sonrojé y me puse un mechón de pelo detrás de la oreja, nerviosamente. - Acepto. - dije mirando el suelo.
- Genial, vamos. Por cierto... Soy Alec, Alec Lightwood. - me tendió la mano.
- Clara Parker. - pronuncié, mientras le estrechaba la mano y me perdía en sus ojos.
Me preguntaba que escondería Alec detrás de esa mirada del color del mar. Era un chico misterioso, y estar a su lado daba la sensación de seguridad, de protección.
Mientras caminábamos hacia su coche, averigüé que solo tenía un año más que yo, aunque aparentara algunos más. Me preguntó sobre mí, hasta que llegamos a un Volkswagen blanco, y me indicó que ese era su coche. Me abrió la puerta del copiloto y entré.
Durante el viaje hacia mi casa, me dediqué a indicarle por donde tenía que ir para llegar a mi destino correctamente.
- Oye... ¿por qué lo has hecho? - dije, observándole.
- ¿El qué? ¿Ofrecer llevarte? - me contestó, con la mirada perdida en el tráfico de la gran ciudad. Asentí. - No lo sé, hay algo en ti que me hace querer conocerte. Básicamente, seguí un impulso.
Me sonrojé, otra vez. Aunque lo acabara de conocer, hacía que me revolucionara, que pudiera ser yo, me sentía bien a su lado.
Diez minutos después, ya estaba en la puerta de mi casa. Alec bajó del coche y yo hice lo mismo, quedándome plantada delante suyo. Nos intercambiamos los números de móvil y prometió llamarme esa misma semana.
- Muchas gracias por traerme, Alec.
- No las des, me ha gustado conocerte. - dijo, y seguidamente me dio un dulce beso en la mejilla, que hizo aparecer una sonrisa tonta en mi rostro. - Ya nos veremos. - susurró en mi oído, lo cual me provocó escalofríos.
Me mordí el labio, ese chico era realmente encantador.
Diez minutos después, ya estaba en la puerta de mi casa. Alec bajó del coche y yo hice lo mismo, quedándome plantada delante suyo. Nos intercambiamos los números de móvil y prometió llamarme esa misma semana.
- Muchas gracias por traerme, Alec.
- No las des, me ha gustado conocerte. - dijo, y seguidamente me dio un dulce beso en la mejilla, que hizo aparecer una sonrisa tonta en mi rostro. - Ya nos veremos. - susurró en mi oído, lo cual me provocó escalofríos.
Me mordí el labio, ese chico era realmente encantador.
Me quedé mirando como subía al coche y se iba, se mezclaba con el tráfico de media tarde.
Entré en casa y noté que el corazón me iba a mil por su culpa. No hacía ni
una hora que le había conocido y ya me había atrapado, esperaba con ansias su llamada. Necesitaba volver a verle."
Hace como un mes que empecé a leer la saga de Cazadores de Sombras, y desde el primer momento me enamoré de Alec Lightwood. En esta pequeña historia no me guío como es exactamente el carácter del personaje en los libros, los que habréis leído la saga ya sabréis porqué, pero necesitaba escribir algo así y el otro día me animé. Había pensado en continuarlo, pero no sé si lo voy a hacer. ¿Qué os ha parecido? ¿Continúo?
Ene.
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