Primer día:
Ya en Barcelona-El Prat, esperamos el vuelo
en la terminal correspondiente. Cuando llegó la hora, empezamos a subir al
avión que nos llevaría a nuestro destino: París.
Una vez en el aeropuerto de Charles de Gaulle y con nuestro
equipaje, subimos a un autobús, que teóricamente nos tiene que llevar al hotel.
Pero no, se pierde y llegamos dos horas más tarde, agotados, hambrientos, y sin
poder realizar las visitas programadas para esa tarde.
Después de instalarnos, vamos a cenar al lado del Arco de
Triunfo, y seguidamente, paseamos por los Champs-Elyseés, hasta llegar al Sena,
desde donde vimos de lejos la Torre Eiffel. Se nos hizo tarde, por lo tanto,
volvimos al hotel.
Viaje de ida. |
Arco de triunfo. |
Segundo día:
A las nueve ya estábamos camino del Sacré Coeur en metro.
Después de tener un pequeño incidente con el grupo que íbamos, fuimos subiendo
parándonos en tiendas de souvenirs.
Una vez en los pies del Sacré Coeur, donde hay el carroussel
que sale en la película Amélie, cogimos el teleférico para subir a la basílica.
Desde ahí, las vistas de París eran increíbles. Después de dar una vuelta, nos
dirigimos al barrio de los artistas, Montmartre. Comimos en un restaurante, y
bajamos hasta ver el Moulin Rouge por fuera.
Por la tarde estuvimos en el Museé d’Orsay y unos pocos
dimos una vuelta por el Sena con el Bateau Mouche, viendo la ciudad desde otro
punto de vista. Cenamos en la calle Rivoli, cerca del museo del Louvre, y
volvimos al hotel.
Moulin Rouge. |
Vistas desde el Sacré Coeur. |
Sacré Coeur. |
Tercer día:
Igual que el día anterior, desayunamos y a las nueve cogimos
el metro hasta Châtelet, y de ahí, fuimos hasta la isla de la Cité. Visitamos
Notre Dame, que justo este 2013 cumple 850 años desde su construcción. Dimos
una vuelta por los alrededores y fuimos a ver la Opera.
Después de la Opera, estuvimos por los alrededores de los
centros comerciales Lafayette, los más lujosos y caros de París, y,
seguidamente, fuimos hasta el Forum des Halles, otro centro comercial, donde
comimos y pasamos un rato de tiendas.
Por la tarde, fuimos al Centre Pompidou, donde antes de
entrar, nos encontramos con un señor muy simpático que tenía una guitarra y nos
cantaba canciones en castellano. Nos unimos a él por un rato y llamamos la
atención de varios turistas. (Si hacéis click aquí, veréis el vídeo que grabé
bailando La Macarena.)
En el Pompidou, hicimos un buen rato de cola para ver una
exposición de Salvador Dalí, pintor catalán. Después de ver la exposición,
cenamos otra vez en la calle Rivoli y nos fuimos al hotel.
Notre Dame. |
Cuarto y último día:
Como los días anteriores, a las nueve ya estábamos de camino
hacia el lugar planeado. Esta vez, la famosa Torre Eiffel.
Nada más llegar, fuimos a comprar los tickets para Sommet,
arriba del todo, e hicimos cola para subir. Al llegar al segundo piso cambiamos
de ascensor, y llegamos a la cima. Las vistas eran increíbles. Se podía ver
prácticamente todo París. Bajamos hasta el segundo piso en ascensor, y desde allí
por las escaleras.
Comimos por los alrededores y fuimos a recoger el equipaje.
A las seis de la tarde, embarcábamos en el avión que nos llevaba de vuelta a
casa. Había sido una experiencia inolvidable e increíble.
Vistas desde la cima de la Torre Eiffel. |
Vistas hacia abajo desde la cima de la Torre Eiffel. |
Espero que os haya gustado, para mí fue un viaje que nunca olvidaré.
Ene.
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