Este blog antes se llamaba "Another One" y mi nick era Ene. Tras meditarlo bastante, decidí dejarlo atrás y hacerle un completo lavado de cara.
¡Espero que os guste!

nex.s

lunes, 28 de octubre de 2013

Magic that brings life.


"Llegaba temprano, como los dos días anteriores. Subía al escenario y se sentaba en el suelo, observando la sala vacía y desordenada a causa de la noche anterior. Aproveché ese momento para salir de mi escondite, desde donde podía observarle sin ser observada. Nada más entrar en la sala, noté como me miraba y le saludé con una simple sonrisa. Nunca había sido una chica de muchas palabras, con nadie.
A partir de ese momento, empezaba mi rutina laboral: barrer y fregar el suelo, colocar las mesas y asegurarme de que todo estaba bien colocado para la función de esa misma noche. Mientras hacía mi trabajo, notaba como sus oscuros ojos se posaban en mí intermitentemente. Era joven, alto, guapo e irresistible. Aún me preguntaba qué le había traído a querer actuar en un pequeño local situado en un barrio bastante problemático de Buenos Aires. Reprimí las ganas de mirarle y seguí a lo mío, mientras el joven mago empezaba a practicar los trucos de esa noche.
Terminé mis tareas y, desde detrás de la barra del bar, me dediqué a observarle. Era bueno. Muy bueno. Todo lo que hacía parecía tan natural...
Terminó su ensayo y yo tuve que buscar algo que hacer mientras mi compañera, María, no llegaba.
María siempre era la que se quedaba hasta tarde y cerraba el local. Si no se acercaba Ricardo, el chico que estaba colgado por ella, María siempre acababa quedándose con algún que otro cliente atractivo que por mala suerte había terminado en aquel local y se había encaprichado de ella, aunque normalmente los echaba a patadas cuando estaban muy borrachos. Era preciosa, morena y esbelta. Podría tener a cualquier chico, pero no, prefería 'vivir la vida e ir a ver mundo cuando pudiera', como ella decía.
Mientras tanto, el joven mago, de nombre Luca, y yo, seguíamos solos en el local. Vi como se acercaba a la barra del bar, donde me encontraba en ese momento, y se sentaba en uno de los taburetes.
- Carol, ¿te importaría poner dos cervezas? - preguntó. - Para de trabajar un poco y siéntate un rato conmigo, vamos. Vas a acabar agotada. - me guiñó el ojo y asentí, sonriendo.
Vaya, eso no me lo esperaba de él. Así que quería hablar... Pues bien, hablemos.
Le serví su cerveza y me senté a su lado, dando un pequeño sorbo a la mía. La verdad, lo necesitaba. Empezó a preguntar sobre mí y yo sobre él, y sin darnos cuenta terminamos hablando de cualquier cosa sin sentido. Lo pasé bien, parecía un buen chico.
- Eres preciosa. No sé qué estás haciendo aquí. No es un lugar para chicas como tú. - soltó, casi en un susurro y mirándome fijamente a los ojos.
- Es mi trabajo. No había nada mejor para alguien como yo. - contesté, un poco halagada por el cumplido anterior.
- Sí, sí había algo mejor. No buscaste lo suficiente. - se detuvo para coger aire. - No sé como aguantas a esa panda de borrachos todas las noches. No sé cómo puedes seguir aquí después de cómo te tratan.
- Yo... Llevo mucho tiempo aquí...
Me detuvo en medio de la frase. Puso un dedo delante de mis labios, indicando que me callara, para después acariciar mis mejillas con ambas manos y besarme. Noté la presión de sus labios contra los míos, noté cada músculo de su cuerpo al estar pegado al mío. Poco a poco, el ritmo de los besos fue subiendo, cada vez más apasionado, mientras que sus manos bajaban hasta mi cadera y las mías se enredaban en su rizado pelo. De repente, sacándonos de nuestro pequeño mundo, alguien llamó a la puerta. Hice el gesto de ir a abrir, pero Luca me sujetó por las muñecas y me obligó a mirarle a los ojos. En ellos podía ver preocupación, pero también tenían un brillo especial, que indicaba valentía, coraje, ganas de libertad.
- Carol, espera. - dijo, antes de dejarme ir. – Fuguémonos esta noche. Tú y yo. Juntos. No te mereces esta vida. No te mereces estar rodeada de todo esto. Quizás no te pueda ofrecer mucho, pero sí algo mejor. Me duele verte así todos los días. Ven conmigo. Vayamos a descubrir el mundo que nos rodea. Salgamos de aquí. Los dos.
Me acerqué lentamente a él, y le di un suave beso.
- Contigo iría hasta el fin del mundo.

Antes de dejar la sala, le observé una vez más: sonreía, igual que yo."



¡Hooooooooooooooooola!
Bueno, tengo que deciros que estoy ciertamente orgullosa de esta historia, se me ocurrió en un momento que estaba bastante corta de imaginación y aquí la tenéis, espero que os guste. 
Tengo cositas preparadas para esta semana, a ver si puedo subirlas, me muero de ganas. 

Y bueno, nada más que decir, espero que lo disfrutéis. 


Ene.

4 comentarios:

  1. no está nada mal!! me gusta lo que leo!!! besotes

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  2. Hola! Me presento, soy Eli del blog allyouneedisstuff.blogspot.com y soy tu nueva familiar :)

    Espero que nos llevemos muy bien, yo te iré visitando todas tus entradas. ¡Te sigo!

    Un beso!

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  3. Hola!! Yo también soy familiar tuya, y ya te sigo. Este es mi blog: www.thisispau.blogspot.com Besosss!

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